Investigadores de renombre mundial en el campo del ADN han expresado su asombro ante la forma en que se han presentado los resultados del análisis de los supuestos restos de Cristóbal Colón. José Antonio Lorente, forense de la Universidad de Granada, sugirió que Colón era probablemente un judío sefardí que habitó la costa mediterránea de España, una teoría que desafía las narrativas históricas predominantes que sostienen que el navegante era genovés. Esta afirmación se basa en un análisis parcial del ADN obtenido de los restos atribuidos a Colón y su hijo Hernando, pero ha generado inquietud entre los científicos debido a su presentación a través de un documental coproducido por Televisión Española, que alcanzó más de dos millones de espectadores el 12 de octubre. Unos días antes, el programa de televisión “La Revuelta de David Broncano” promovió este documental a su audiencia de tres millones y medio, sin incluir opiniones independientes ni datos verificados.
La historia del ADN de Colón ha sido replicada en medios de prestigio, pero sin un análisis crítico. Expertos consultados han calificado la estrategia de Lorente y Televisión Española como un ataque al método científico y una violación de las prácticas estándar para la divulgación de nuevos hallazgos, que deberían ser accesibles para que otros investigadores puedan verificar y corregir posibles errores.
La afirmación de que Colón era un judío sefardí de la península ibérica puede parecer sencilla al invocar el ADN, pero expertos señalan que, en realidad, carece de fundamentos. Subrayan que esta declaración infundada daña la reputación de la comunidad científica. Desde la emisión del documental, Lorente ha anunciado que no responderá preguntas hasta una conferencia de prensa programada para noviembre, donde se espera que presente sus resultados, los cuales afirma que se publicarán en una revista científica internacional para que sean accesibles a todos los investigadores, aunque hasta ahora nadie ha tenido acceso a esos datos.
David Reich, destacado investigador de la Universidad de Harvard, se encuentra en una situación incómoda. "Necesitamos que los datos estén disponibles, de lo contrario, es imposible determinar su veracidad", afirma. "No es sencillo confirmar la relación de una persona con un grupo como los judíos sefardíes. Según el tipo de análisis descritos, no parece haber pruebas que respalden una conexión con judíos españoles medievales. Antes de que podamos aceptar tal afirmación, es esencial que se publiquen todas las pruebas y datos, y sería deseable que un laboratorio independiente, ajeno a un documental, realizara el análisis del ADN para corroborar los resultados", señala Reich, descendiente de judíos que huyeron del Holocausto.
Los restos de Cristóbal Colón fueron exhumados de la Catedral de Sevilla en 2003, revelando un desorden de huesos (150 gramos) mezclados con suciedad y polvo. Lorente ha admitido que el escaso ADN extraído está "muy degradado". En este tipo de análisis genético, el ADN nuclear es el más confiable, pero en este caso, solo se han recuperado ADN mitocondrial y del cromosoma Y, que se heredan de madre a hijo y de padre a hijo, respectivamente. Lorente no ha especificado la cantidad de ADN recuperado, pero sugiere que los restos del hijo de Colón, Hernando, indican ascendencia judía y un supuesto origen en la costa mediterránea de la península ibérica.
Johannes Krause, director del Max Planck de Antropología Evolutiva, es directo en su respuesta: "No voy a comentar ninguna investigación presentada en un documental de televisión. Si lo hiciera, también tendría que opinar sobre alienígenas, terraplanismo y otras pseudociencias".
Iñigo Olalde, colaborador de Reich y experto en ADN antiguo, destaca la debilidad de las pruebas presentadas. "Desde un punto de vista técnico, no sería descabellado haber secuenciado todo el genoma. Los responsables de este estudio deberían haber trabajado con expertos en ADN antiguo, de muestras con miles de años, y haber utilizado técnicas de secuenciación modernas. El cromosoma Y y el ADN mitocondrial ofrecen una visión muy limitada de la ascendencia de una persona. Además, han realizado tantos intentos fallidos que probablemente han agotado muchas muestras de hueso", advierte.
Juan Carlos Martínez-Cruzado, biólogo que ha trabajado en el análisis de ADN de poblaciones latinoamericanas, señala que no hay suficiente conocimiento sobre haplotipos sefardíes para concluir que los restos de un individuo tengan ese origen. "El ADN mitocondrial podría proporcionar resultados más concluyentes, siempre que el mestizaje entre sefardíes e ibéricos fuera mínimo durante la época de Colón. Sin embargo, los resultados publicados indican que el ADN es consistente con ser el de su hermano, que ahora resulta que no era su hermano, sino un primo segundo o tercero", advierte. Martínez-Cruzado agrega que hasta que no se publiquen los datos mediante el método de revisión por pares, todo lo que se diga será especulativo. "Si la conclusión resulta ser falsa, será muy difícil revertir la creencia de que Colón era un judío sefardí nacido en España", concluye. "El mundo tiende a aceptar que si se llegó a una conclusión a partir de estudios de ADN, esa conclusión es verdadera. Hay una fe peligrosamente ciega en estos estudios".
Rasmus Nielsen, de la Universidad de California en Berkeley, advierte sobre otro riesgo: "Este análisis incurre en esencialismo genético al asociar nacionalidades con grupos genéticos. Las etnicidades son mucho más complejas y no hay una correspondencia total entre el ADN de una persona y su etnicidad". Harald Ringbauer, líder de arqueogenética del Instituto Max Planck, opina que Lorente está dañando la reputación de otros científicos. "Divulgar resultados en medios sin revisión por pares pone en duda la credibilidad de toda la disciplina. Es posible que solo hayan extraído fragmentos muy pequeños de ADN, o incluso contaminados, lo que siempre representa un riesgo en estos estudios. En España hay científicos excepcionales en este campo, y sería lamentable que sus trabajos se vean afectados por anuncios sensacionalistas", afirma.
Taras Oleksyk, genetista de la Universidad de Oakland y colaborador del proyecto Genome Europe, también es contundente: "Las afirmaciones de Lorente son 'ilegítimas' porque no cumplen con los estándares básicos. Declaraciones tan extraordinarias sobre una figura tan importante como Colón deben cumplir con los mayores estándares de calidad y ser revisadas por pares, que son el equivalente a los tribunales en el ámbito científico. Cuando los científicos anuncian resultados sin este escrutinio, se encienden todas las alarmas".
Fuente: El País